Director: Yuzuru Tachikawa
Estudio: Madhouse
Año de emisión: 2015 (OVA en 2013)
Death Parade cuenta la historia de Quindecim, una especie de "bar" en el cual los fallecidos jugarán a juegos tales como dardos o billar, apostando el ir al cielo o al infierno, junto a su camarero y árbitro, Decim, y su asistente, Chiyuki, una humana que no puede ser juzgada por razones que se mostrarán durante el desarrollo de la serie. A lo largo del anime seremos testigos de seis de estas partidas, que más apropiadamente llamaremos juicios, incluyendo el OVA Death Billiards como un capítulo más, en el que se nos presentarán "clientes" muy distintos entre sí, evitando que el guión resulte repetitivo. El OVA será tratado como parte de la serie en este post.
Dicho esto, pasemos al apartado técnico:
Empecemos con la animación. Desde el primer momento vemos unos planos realmente preciosos de Quindecim, que, al menos para mí, convierten ese gran salón en algo misterioso, lo que consiguen con la gama de colores, que le da un toque místico y al mismo tiempo acogedor. El anime no trata de mostrar todo directamente, y no tiene miedo a utilizar simbolismos para "contar sin contar". Por ejemplo, en el primer capítulo, vemos cómo cuando Machiko es herida por el dardo de Takashi ella le dice que está bien, pero nosotros vemos otra cosa. Vemos una alianza manchada de sangre. El anime recurrirá en varios momentos a esta técnica, además de jugar con los puntos de vista, tapando aquello que decide que habla solo por sí mismo.
Dicho esto, pasaré a comentar el aspecto más importante de la animación de Death Parade: las expresiones. Esas expresiones se sienten tan reales que se me ponen los pelos de punta incluso sin necesidad de escuchar las voces de los personajes, porque cuando les miras a los ojos sabes lo que sienten. Ves el miedo o la desesperación, ves sentimientos reprimidos, ves el brillo de un personaje que se está enamorando, y ves la expresión de quien está sufriendo un enorme dolor. Quizás las lágrimas y gotas de sudor que salen despedidas en los movimientos bruscos son exageradas, pero no desentonan. Simplemente todo encaja, y todo esto sin tener en cuenta lo bien que se ven los movimientos en pantalla, además de cambios en la posición de la cámara que son simplemente sublimes.
Otro aspecto a destacar es el doblaje (estoy hablando del doblaje japonés), que me resulta muy verosímil. Las voces tiemblan y se quiebran, quizás hubo un par de escenas un pelín exageradas, pero eso no quita que las actuaciones sean realmente maravillosas, sobretodo destacando a los dos protagonistas, Chiyuki y Decim, siendo el segundo bastante frío a lo largo de la serie, pero teniendo sus momentos para conmovernos completamente.
La banda sonora, compuesta por Yuki Hayashi, mezcla canciones de música clásica y música electrónica, pasando por canciones con un tono solemne, hasta por piezas más melancólicas o relajadas, creando en muchos casos la atmósfera adecuada para ese momento, incluyendo momentos más pausados, momentos tristes o dramáticos, o incluso momentos cómicos. Me sugiere la fusión del mundo moderno con la tradición los juicios, que deben de haber estado celebrándose desde el inicio del ser humano, algo que se menciona durante el anime, aunque muy vagamente, por lo que simplemente es una teoría.
Pero si tuviera que elegir una canción entre todas ellas sería Moonlit Night. Desde el primer momento que la escuchamos sabemos que esta canción tiene mucho que ver con Chiyuki. No se mucho de música pero creo que esta canción trata de contarnos la vida de la protagonista, la cual no contaré por respeto al estimado lector que aun no ha visto el anime, pero espero que consigáis interpretarla como yo lo hice, porque le da un nuevo sentido realmente conmovedor.
Los personajes en general están muy bien desarrollados, aunque me parece que Mayu permanece en el anime más de lo que sería necesario, y aunque al final sí se desarrolle, me parece demasiado plano, por mucho que parezca ser una caricatura de la adolescencia. Además, hay algunos personajes, como por ejemplo Castra, que aparecen en ocasiones muy escasas, y que me dejan con mucha curiosidad, algo que no es del todo bueno. Por lo demás está bastante bien, siendo Decim y Chiyuki los más destacables, sobretodo Decim. Ginti es mucho más plano, pero acaba teniendo un ligero desarrollo que le deja justo donde debe dejarle, sin hacernos empatizar demasiado con él (eso lo destrozaría como personaje), pero haciendo que le cojamos cariño.
Pasemos a mi opinión: este anime es muy humano, y es algo que agradezco. Muestra las sensaciones más primitivas en el estado más salvaje. Rencor, miedo, amor, resignación, arrepentimiento, es una pequeña lista de lo que Death Parade consigue presentar con un realismo tan impresionante como doloroso en muchas ocasiones, pues el hecho de llevar a los huéspedes a esos límites para forzar esas reacciones nos trae una idea muy escalofriante: nosotros también somos así. Nosotros también somos capaces de las peores cosas, y de sentir las peores emociones, dejándonos llevar por ellas. Death Parade es un espejo.
También es cierto que la serie no es perfecta. Los juicios son escasos para el gran potencial que tienen, y me quedé con muchas ganas de más. El anime tiende a utilizarlos incluso como una excusa para avanzar en la relación de Decim y Chiyuki, y sus desarrollos individuales, en varias ocasiones. Había mil situaciones e infinitas personalidades con las que lidiar, pero el anime se limita a presentarnos seis juicios (aunque eso no quita que sean todos verdaderas maravillas).
Por último, no cuenta todo lo que queremos saber. Es cierto de que eso es en parte algo bueno, pues no pretende que sepamos todo, ni nos trata como idiotas, manteniendo el misterio de algo que debe resultar misterioso de por sí. Sin embargo, me gustaría saber más sobre Quin y Castra.
¿Cómo funciona la torre? ¿Cómo se creó? ¿Acaso se expande para hacer frente a la sobrepoblación de los humanos en estos últimos años? ¿Quién decide cómo se empareja a los clientes? Esto último es cierto que se menciona que se vinculan a personas que mueren al mismo tiempo en situaciones similares, pero hay veces que cada cliente pasó por situaciones muy diferentes, y en esos casos el emparejamiento se queda en una especie de "por conveniencia del guión" que no me gustó nada, como es el caso de Mayu y Harada.
La entrevista de Nona con Castra era la excusa perfecta para contarnos algo, mostrarnos nueva información, cosas que desde luego muchos queremos saber, pero ese personaje no volverá a aparecer, reduciendo parte de la serie a un enorme "¿Por qué?".
En resumen, a pesar de sus fallos Death Parade no decepciona, más bien sorprende. Es un anime que medita sobre nuestro origen, pero sobretodo sobre nuestra actitud ante la idea de la muerte, sobre cómo nos sentimos, y sobre qué pueden llegar a hacer las personas cuando su vida se va a pique, o al menos cuando lo creen. Obviamente no es perfecto, pero esos errores son enseguida eclipsados por una dirección artística que deleita tanto a la vista como al oído. Ah, y hay un guiño a Death Note.
Los personajes en general están muy bien desarrollados, aunque me parece que Mayu permanece en el anime más de lo que sería necesario, y aunque al final sí se desarrolle, me parece demasiado plano, por mucho que parezca ser una caricatura de la adolescencia. Además, hay algunos personajes, como por ejemplo Castra, que aparecen en ocasiones muy escasas, y que me dejan con mucha curiosidad, algo que no es del todo bueno. Por lo demás está bastante bien, siendo Decim y Chiyuki los más destacables, sobretodo Decim. Ginti es mucho más plano, pero acaba teniendo un ligero desarrollo que le deja justo donde debe dejarle, sin hacernos empatizar demasiado con él (eso lo destrozaría como personaje), pero haciendo que le cojamos cariño.
Pasemos a mi opinión: este anime es muy humano, y es algo que agradezco. Muestra las sensaciones más primitivas en el estado más salvaje. Rencor, miedo, amor, resignación, arrepentimiento, es una pequeña lista de lo que Death Parade consigue presentar con un realismo tan impresionante como doloroso en muchas ocasiones, pues el hecho de llevar a los huéspedes a esos límites para forzar esas reacciones nos trae una idea muy escalofriante: nosotros también somos así. Nosotros también somos capaces de las peores cosas, y de sentir las peores emociones, dejándonos llevar por ellas. Death Parade es un espejo.
También es cierto que la serie no es perfecta. Los juicios son escasos para el gran potencial que tienen, y me quedé con muchas ganas de más. El anime tiende a utilizarlos incluso como una excusa para avanzar en la relación de Decim y Chiyuki, y sus desarrollos individuales, en varias ocasiones. Había mil situaciones e infinitas personalidades con las que lidiar, pero el anime se limita a presentarnos seis juicios (aunque eso no quita que sean todos verdaderas maravillas).
Por último, no cuenta todo lo que queremos saber. Es cierto de que eso es en parte algo bueno, pues no pretende que sepamos todo, ni nos trata como idiotas, manteniendo el misterio de algo que debe resultar misterioso de por sí. Sin embargo, me gustaría saber más sobre Quin y Castra.
¿Cómo funciona la torre? ¿Cómo se creó? ¿Acaso se expande para hacer frente a la sobrepoblación de los humanos en estos últimos años? ¿Quién decide cómo se empareja a los clientes? Esto último es cierto que se menciona que se vinculan a personas que mueren al mismo tiempo en situaciones similares, pero hay veces que cada cliente pasó por situaciones muy diferentes, y en esos casos el emparejamiento se queda en una especie de "por conveniencia del guión" que no me gustó nada, como es el caso de Mayu y Harada.
La entrevista de Nona con Castra era la excusa perfecta para contarnos algo, mostrarnos nueva información, cosas que desde luego muchos queremos saber, pero ese personaje no volverá a aparecer, reduciendo parte de la serie a un enorme "¿Por qué?".
En resumen, a pesar de sus fallos Death Parade no decepciona, más bien sorprende. Es un anime que medita sobre nuestro origen, pero sobretodo sobre nuestra actitud ante la idea de la muerte, sobre cómo nos sentimos, y sobre qué pueden llegar a hacer las personas cuando su vida se va a pique, o al menos cuando lo creen. Obviamente no es perfecto, pero esos errores son enseguida eclipsados por una dirección artística que deleita tanto a la vista como al oído. Ah, y hay un guiño a Death Note.
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